martes, 20 de septiembre de 2011

La gran ocasión


En este inicio de curso, la circunstancia de las instrucciones de la Consejería de Educación de la CAM nos ha proporcionado la ocasión de reunirnos y enjuiciar la situación en la que nos encontramos. Nos interesa descubrir qué contiene para nosotros este principio de curso.

1) Nos urge recordar que la educación coincide con el amor a la persona tal y como es, con el alumno. Educamos por esto y no porque estemos en unas condiciones laborales más o menos favorables. Es la relación con la persona del hijo que cada familia nos confía lo que hace interesante el camino escolar. Y es esta experiencia lo que permite a los padres confiar en nosotros. Todo el deseo de que la formación sea buena y en las mejores condiciones posibles es el fruto de una pasión por recorrer junto a ellos el camino para entrar en la realidad acompañándolos en el descubrimiento de su significado. Y esto nos llena de conmoción.

2) Y porque nos importa la realidad no podemos obviar la situación económica en que se encuentra España. Tener un país en quiebra técnica nos obliga a preguntarnos: ¿qué responsabilidad tenemos ante esto? Todos los sectores sociales y, por tanto, también la escuela deben responder a esta pregunta. Y si es verdad que lo estatal debe ofrecer lo mejor, la máxima calidad posible, precisamente porque es un servicio a disposición de todos; también lo es que tenemos la necesidad de seguir mejorando la gestión de unos recursos humanos y materiales que por ser públicos merecen el máximo respeto y consideración de todos.

Por otro lado, la política de la CAM en su actuación ha dejado descontentos a muchos. La forma en la que ha efectuado los recortes ha enrarecido el clima de una escuela estatal que ha perdido calidad y eficacia debido a la burocratización de la enseñanza y al pedagogismo de las últimas décadas. La cuestión es si se puede razonablemente pedir a los profesores que, de la noche a la mañana, se organicen de otra manera; sin darles ni el tiempo ni  la posibilidad de hacer un camino junto a sus compañeros que les hubiera permitido ponerse en juego creativamente en primera persona.

3) La educación es principalmente una cuestión de personas adultas. Y no de más recursos, aunque éstos sean necesarios. Es quien mira la realidad que tiene delante y se conmueve frente a la vida que bulle a nuestro alrededor el que es capaz de educar. Sabemos que la crisis que vivimos reclama de nosotros todas las energías. Pondrá éstas en movimiento, aquel cuya mirada descubre la belleza de la realidad, en medio de tantas dificultades y contradicciones. Una mirada que valora cualquier pequeña posibilidad de mejorar y crecer en la vida a través del trabajo: de la relación con nuestros alumnos, con sus padres, con nuestros compañeros; y que nos abre a la posibilidad incluso del sacrificio en un momento de especial dificultad como el actual en beneficio de nuestros chicos y del bien común.

4) Sólo un sujeto social libre que asume la situación y hace propuestas es interesante para la construcción de la sociedad. A mayor desafío, mayor es la necesidad de que las personas libremente asociadas contribuyan proponiendo aquello que ven. Sólo entonces un problema como la crisis, también en la escuela estatal, se convierte en una gran ocasión personal y social. Lo demás vuelve a ser un estatalismo que deja a la sociedad a merced de las decisiones de los políticos de turno.

ARCyP (Asociación para la Renovación Cultural y Pedagógica) propone compartir y trabajar juntos sobre estos aspectos:
• Autonomía real de los Centros de Enseñanza que haga posible llevar a cabo proyectos educativos propios
• Equipos docentes estables e implicados con el Proyecto educativo de su Centro
• Revisión de las Asignaturas y de los currículos
• Reordenación de itinerarios educativos que permitan responder más adecuadamente a las necesidades de los alumnos.
• …
• Y sobre todo comenzar a trabajar con todos los agentes sociales, para llegar a un gran Pacto Escolar.

Este camino es lo más razonable para no encasquillarnos en una posición ideológica que nos enfrenta y debilita. Por ello, no creemos que sea la huelga lo que responde a este momento. El tiempo lo dirá.
Nos interesa la educación, por eso queremos trabajar con todos aquellos que comparten este mismo gusto por educar y enseñar acompañándonos en esta aventura.

ARCyP (www.arcyp.org)

Reflexión sobre la educación actual


Llevo muchos días dándole vueltas a este problema y confieso que me está quitando muchas horas de sueño y produciendo muchos dolores de cabeza .Primero pienso en mis compañeros desplazados o que se quedaron sin destino (yo podría haber sido uno de ellos), y en los interinos, que están sin trabajo (porque detrás de cada persona en paro hay siempre un drama personal y familiar). Luego, intento ponerme en el lugar de los que han tomado esta medida, y pienso que, si bien es cierto que tenemos una crisis económica  terrible, hubiera sido mejor sentarse a dialogar sobre el dinero del que se puede disponer realmente y dónde y cómo se puede emplear  para que sea lo mejor para todos; sin tener que imponer unas medidas y amenazando si no se cumplen (como cuando en una familia se atraviesa por una dificultad económica y juntos ven cómo reducir gastos y en qué es mejor gastar el dinero, pero los primeros que dan ejemplo son los padres). También he hablado mucho con familiares y amigos, y hay comentarios de todo tipo: unos te dicen que tú tienes la suerte de tener un trabajo fijo y ellos están en paro, otros que trabajan más horas que tú y ganan menos, otros que tienes la suerte de estar con tus hijos por las tardes y en vacaciones… y al final, como te conocen, te dicen que ellos saben que tú te tomas en serio tu trabajo y a tus alumnos. Y pienso muchísimo en los alumnos, que al final, son los grandes perjudicados.


   Todo esto me ha hecho volver a preguntarme qué es para mí educar y por qué sigo trabajando en  ésto, después de 17 años, y no lo dejo. Y tengo claro que el motivo principal por el que estamos aquí no es el sueldo y los dos meses de vacaciones (con la situación que tenemos aguantaríamos un par de años como mucho). Para mí educar no es sólo la pura transmisión de conocimientos, sino una relación profesor- alumno (uno educa con su persona) en la que el profesor, a través de su materia o de cómo trata al alumno, le provoca a éste a que se pregunte e interese por toda la realidad y el sentido de las cosas (por eso nunca nos podrán sustituir por ningún ordenador o cualquier cosa que se inventen). ¿Quién no ha  tenido algún maestro?, una persona que apasionado con lo que explicaba, te despertaba, hacía que te interesases por lo que te decía y te contagiaba su gusto por las cosas. También os miro y pienso cuánto tengo que aprender de vosotros, cómo tratáis a los alumnos, cómo les escucháis, cómo os implicáis con ellos en cosas que les gustan. Cómo os preocupáis de su situación personal… en definitiva cómo les queréis (puedo poner muchos ejemplos de esto).   Para terminar una última cosa que me preocupa. Llevamos bastantes años sufriendo el fracaso escolar de los alumnos y cómo abandonan sus estudios, estamos en la cola de los países desarrollados en la educación. Creo que sería necesaria una reforma educativa en la que se revisase las materias y su contenido para adecuarlos a las necesidades de los alumnos y la sociedad actual, que contase con la opinión de los profesores y el consenso de los principales partidos políticos para que no dependiera de los arreglos que hace cada uno cuando llega al poder.

Lourdes

viernes, 16 de septiembre de 2011

Hacer el cristianismo

Comenzamos un nuevo curso escolar. Ante todo lo que empieza podemos darlo por supuesto o avivar la pregunta: ¿Estaré a la altura del reto que este nuevo curso me plantea? Máxime cuando, como en el caso de los profesores que trabajan en la escuela estatal, el curso comienza en medio de un conflicto causado por las medidas adoptadas por algunas Comunidades Autónomas que se ven obligadas a hacer frente a la crisis económica. En este contexto se agudiza la necesidad de discriminar con mayor agudeza cuál es nuestra verdadera tarea educativa.
Bajo el título “Hacer el cristianismo”, os proponemos el diálogo de Julián Carrón con un grupo de educadores (Milán, febrero de 2010), agradeciendo que alguien nos recuerde cuál es la verdadera relación educativa: la que responde al deseo del corazón, el nuestro y el de nuestros alumnos.

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